#7 Ansiedad (explicada)
La ansiedad se ha convertido en un término comúnmente empleado en nuestro lenguaje diario. Nos sentimos ansiosos todo el tiempo, parece ser. ¿Es solo un término popular, o estamos realmente lidiando con más ansiedad hoy en día?
Según el Instituto Nacional de Salud Mental, alrededor del 31,1% de los adultos en los Estados Unidos lidian con algún trastorno de ansiedad en su vida. Eso es aproximadamente un tercio de toda la población[1].
La Asociación Americana de Psicología (APA) define la ansiedad como:
'Una emoción caracterizada por sentimientos de tensión, pensamientos preocupantes y cambios físicos como aumento de la presión arterial'[2].
Muchas personas utilizan las palabras miedo y ansiedad de manera intercambiable, pero en realidad no son lo mismo. La ansiedad está más orientada hacia el futuro, donde las personas se preocupan por una amenaza potencial que podría ocurrir. Por otro lado, el miedo es un sentimiento similar pero más centrado en una amenaza percibida que está ocurriendo en el presente[3].
La ansiedad es un término amplio. En el 'Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales' (DSM-5-TR es el más reciente) se identifican actualmente 11 tipos diferentes de trastornos de ansiedad[4]:
Trastorno de ansiedad debido a otra condición médica
Agorafobia
Trastorno de ansiedad generalizada (TAG)
Trastorno de pánico
Mutismo selectivo
Trastorno de ansiedad por separación
Trastorno de ansiedad social
Fobia específica
Trastorno de ansiedad inducido por sustancias/medicación
Otro trastorno de ansiedad especificado
Trastorno de ansiedad no especificado
La ansiedad puede manifestarse en respuesta a disparadores específicos, como situaciones sociales. Muchas personas lidian con la ansiedad social, que significa que luchan cuando están en una situación donde podrían ser juzgados o evaluados por otros[5].
En cuanto a los síntomas típicos de la ansiedad, es importante resaltar que cada trastorno tiene su propia lista de síntomas y signos. Los síntomas del trastorno de ansiedad generalizada (TAG) reflejan mejor lo que las personas considerarían como 'ansiedad común'[6].
El TAG no es lo mismo que sentir ansiedad de vez en cuando, es más bien un patrón crónico y perjudicial que requiere la intervención de un profesional de la salud mental para su manejo. Los síntomas del TAG pueden describirse como sigue:
Lidiar con preocupación extrema y ansiedad general cuando una persona se enfrenta a ciertos eventos, situaciones, personas o temas específicos.
Estos pensamientos y preocupaciones son muy difíciles de manejar y casi imposibles de controlar.
Aparte de estas ansiedades y preocupaciones, para ser diagnosticado con TAG, al menos tres de los siguientes síntomas cognitivos o físicos deben estar presentes si es adulto, y si es un niño, solo uno:
Lucha con la fatiga
Sensación frecuente de estar al límite o inquietud
Dificultad para concentrarse o desvanecimiento mental
Sentirse irritable
Insomnio o dificultad para conciliar el sueño.
Hay muchas opciones a corto y largo plazo disponibles para tratar la ansiedad. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una de las terapias más exitosas para manejar el TAG. En esta terapia, trabajas junto con un terapeuta en cómo cambiar la forma en que piensas y actúas, mirando tus patrones de pensamiento y disparadores[7].
Finalmente, es crucial recordar que aunque la ansiedad es una condición común, existen formas de gestionarla y vivir una vida plena y satisfactoria. La conciencia y el tratamiento adecuado son el primer paso.
Manejo rápido de los ataques de ansiedad
Los ataques de ansiedad pueden ser abrumadores e inesperados. Sin embargo, hay varias estrategias que puedes probar para ayudarte a calmarte rápidamente:
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